miércoles, 10 de diciembre de 2008

DIARIO DE UNA MAESTRA ONLINE

Paisaje Nevado II
Ya he hablado del sistema de calefacción que tenía cuando era niña en la escuela a la que fui. La estufa de serrín. Nada de calefacción central ni de cosas por el estilo. Pero no ha pasado tanto tiempo aunque pueda parecer lo contrario. Lo que ocurre es que las cosas han cambiado mucho más de lo que nos parece a diario.
Los cambios se producen en los últimos años a una velocidad elevada. No somos conscientes de lo mucho que cambian las cosas. Recuerdo que mi madre vivió los trenes de vapor, nos contaba que la carbonilla les manchaba la cara. Con el tiempo llegó a viajar en avión. Un viaje a Suecia con mi padre para visitar a mi hermano que entonces vivía allí.
Eso me parecía que era como consecuencia de lo mayores que eran mis padres. Pero ahora observo estos cambios que yo he vivido y no tengo la sensación de ser tan mayor, de hecho no lo soy.
Pero volviendo al frío, y al recuerdo de los inviernos de mi niñez, recordando esas grandes nevadas, abrigados con gorros, bufandas, guantes y todo cuanto pudiera restar algo de frío.
Hoy al ver el campo con la nieve, y dándome cuenta del trabajo que ahora tengo, he caído en la cuenta que no todos ven el mismo paisaje y sufren la misma climatología. Me explico. Antes el frío era para todos igual en el mundo en el que me movía. Hoy el mundo en el que me muevo, el profesional me refiero, hace que yo tenga una nevada alrededor de mi casa y que muchos de mis alumnos disfruten de un sol espléndido o un día lluvioso o con viento. Cuando para mí es invierno para otros es verano. Ahora es de día pero para otros es de noche.
Son en fin muchas las diferencias entre el ahora y el antes. Pero pienso que son diferencias en el aspecto externo. En la envoltura. En lo esencial nada ha cambiado. Enseñar es lo mismo. Acompañar en el aprendizaje.